El Tren Divertido de la Piscina

¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡El tren divertido llegó a la piscina! Era un tren muy especial, con vagones de colores y ruedas que hacían ¡clic-clac! ¡clic-clac! En el primer vagón, iba un elefante con una trompa gigante que hacía ¡toot toot! En el segundo vagón, una jirafa con un cuello largo que decía ¡hola! ¡hola! Y en el tercer vagón, un león con una melena dorada que rugía ¡roar! ¡roar! El tren divertido se movía por la orilla de la piscina, saludando a todos los animales que estaban tomando el sol. "¿Hola, señor Tortuga!" gritó el elefante con su trompa. La tortuga, que estaba tomando el sol en una roca, levantó la cabeza y dijo: "¡Hola, elefante! ¿Qué tal tu viaje?" "¡Genial!" respondió el elefante. "¡Estamos de paseo por la piscina!" El tren siguió avanzando y llegó a un grupo de patos que estaban nadando en el agua. "¿Hola, patitos!" saludó la jirafa con su cuello largo. Los patitos respondieron con un ¡cuac! ¡cuac! y se acercaron al tren para verlo mejor. El tren divertido siguió su camino y llegó a un grupo de monos que estaban jugando en un árbol. "¿Hola, monos!" rugió el león con su melena dorada. Los monos se rieron y le hicieron muecas al león. ¡Eran tan traviesos! El tren divertido siguió recorriendo la piscina, saludando a todos los animales que encontraba. Un grupo de conejos que estaban comiendo zanahorias, un grupo de ardillas que estaban jugando en las ramas de los árboles, un grupo de pájaros que estaban cantando en el cielo... ¡todos saludaron al tren divertido! El tren divertido estaba muy contento de hacer amigos en la piscina. Le encantaba saludar a todos los animales y hacerlos reír. De repente, el tren se detuvo. "¿Qué pasa?" preguntó el elefante. "¿Por qué nos hemos detenido?" preguntó la jirafa. "¿Qué ha pasado?" preguntó el león. El tren divertido no respondió. Se quedó quieto, mirando a todos los animales con una cara de tristeza. "¿Qué te pasa, tren divertido?" preguntó la tortuga. El tren divertido suspiró y dijo: "Me he quedado sin gasolina. No puedo seguir avanzando". Los animales se pusieron tristes. No querían que el tren divertido se fuera. "¿Qué podemos hacer?" preguntó el elefante. "¿Cómo podemos ayudarte?" preguntó la jirafa. "¿Podemos empujarte?" preguntó el león. Los animales se pusieron a pensar. ¿Cómo podían ayudar al tren divertido? De repente, la tortuga tuvo una idea. "¡Yo sé cómo podemos ayudarte!" dijo la tortuga. "Podemos usar nuestras patas para empujarte!" Los animales se emocionaron. ¡Era una gran idea! Todos los animales se acercaron al tren divertido y comenzaron a empujarlo. La tortuga, los patos, los monos, los conejos, las ardillas, los pájaros... ¡todos empujaron con todas sus fuerzas! ¡Y el tren divertido comenzó a moverse de nuevo! ¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra! gritaron los animales. ¡El tren divertido estaba de vuelta en marcha! El tren divertido siguió recorriendo la piscina, saludando a todos los animales con una sonrisa. ¡Era tan divertido hacer amigos en la piscina! Y todos los animales estaban felices de tener al tren divertido en su compañía. El tren divertido siguió recorriendo la piscina hasta que llegó al final. "Adiós, amigos!" dijo el elefante con su trompa. "Adiós, animales!" dijo la jirafa con su cuello largo. "Adiós, piscina!" rugió el león con su melena dorada. Los animales se despidieron del tren divertido con un ¡adiós! ¡adiós! y el tren divertido se fue, dejando un rastro de alegría y risas en la piscina. ¡El tren divertido siempre regresaría a la piscina para visitar a sus amigos animales! ¡Y todos los animales estarían esperando con alegría su llegada!