Hugo, un chico normal, o al menos eso creía, hasta que descubrió su pasión por la música. A los 10 años, su abuela le regaló una guitarra vieja y desvencijada, pero para Hugo, era un tesoro. Pasaba horas practicando, creando melodías que llenaban su pequeño cuarto de energía. Un día, mientras tocaba con furia una canción que había compuesto, sintió un extraño zumbido. De pronto, la habitación se llenó de luz y cuando la luz se desvaneció, Hugo se encontró en un lugar completamente diferente.
Era un planeta vibrante, con colores que jamás había visto, y lleno de seres extraños y maravillosos. Un grupo de alienígenas con ojos brillantes y piel verde lo rodearon, con una sonrisa que le transmitió una alegría que nunca antes había sentido. Le explicaron que habían escuchado su música a través del universo y que estaban buscando a alguien que les llenara de alegría. Hugo, sin dudarlo, les dijo que él era el indicado.
Así nació "Los Cometas", la banda de rock galáctica más famosa del universo. Hugo, con su guitarra y su voz potente, era el líder. A su lado, estaba Zark, un alienígena con tres brazos que tocaba la batería con una velocidad asombrosa. Luego estaba Blip, un ser gelatinoso que se deslizaba por el escenario mientras tocaba el bajo con sus tentáculos. Y por último, estaba Lyra, una extraterrestre con alas de mariposa que llenaba el universo con su música de piano.
Juntos, recorrieron la galaxia, tocando en planetas de todos los tamaños y colores. En cada concierto, Hugo y su banda llenaban de alegría a los habitantes, que bailaban y cantaban con entusiasmo. Los niños se emocionaban con las luces y los efectos especiales, mientras que los adultos se dejaban llevar por la energía de la música.
Un día, mientras tocaban en un planeta de hielo, un grupo de robots oscuros y amenazantes irrumpió en el escenario. Liderados por un robot gigante con ojos rojos, intentaron silenciar la música de Hugo y su banda. Los robots creían que la música era un peligro para el universo, que solo traía caos y desorden.
Hugo, sin miedo, se enfrentó al robot gigante. "La música no es un peligro, es un regalo", gritó mientras tocaba con todas sus fuerzas. Su música llenó el planeta de hielo con una energía tan poderosa que los robots se congelaron, incapaces de resistir su fuerza.
Los habitantes del planeta, que habían estado aterrorizados, se unieron a Hugo y su banda, cantando y bailando con más fuerza que nunca. La música de Hugo había derrotado al miedo y había llenado el planeta de esperanza.
Desde ese día, Hugo y su banda se convirtieron en un símbolo de la alegría y la libertad en la galaxia. Su música se extendió por todo el universo, llevando consigo un mensaje de paz y unión. Hugo, el chico normal que un día descubrió su pasión por la música, se había convertido en una leyenda, una estrella del rock galáctica que llenaba el universo de felicidad.
Pero la aventura de Hugo no termina ahí. Cada día, nuevas aventuras le esperan en la galaxia. Nuevos planetas por descubrir, nuevas canciones por componer y nuevos amigos por hacer. Hugo, con su guitarra y su banda, está listo para seguir llenando el universo de música y alegría.
